Monday, June 22, 2009

The chronics of the energy

Because I received a request to make the post in English. And it was from a special person, here we are:

A random day, an energy meets its opposite one, in a rugged life event, or at least let's call it that way...

The feeling that is beating on the heart is the sensation of running away, but it soon becomes a difficult task, because the attraction that exist is beyond the comprehension, and even before it can be rationalized, the energies are stirring, like lovers in a calm night surrounded with stars and candles which instead of lighting, are fueling the desire.

Is a weird way to meet, being in a place where one should not be, seeing what should not be seen, looking for something that should be kept hidden... Dancing with the rhythm of questions with empty answers, with enclosing silence and uncomfortable moments.

Always there, seduce by each other, without a touch. Staying close enough to produce the heat of a presence and at the same time apart enough to keep their edges apart. There is no music, but if someone could see them from outside, will easily declare that they are dancing at the same pace, like if a whispered serenade strikes softly their ears... trala la la laaa

But that is just the story of the energy that flows way before the mass start a movement. Is the story of the energy that has no boundaries and therefore moves around with the freedom of the wind and reacts with a really simple impulse, without waiting for a bunch of reasons that show the right way.

The mass stays still without making noise or word, trying to understand the rhythm. Trying to hold the uncontainable energy, closing the eyes with the inner hope of not seeing what is going on. With one only true thought: the trace of the energy can always be hidden, transformed, changed... because is a fine, delicate, subtle trace.

In the silence of the room, the mass becomes the only witness, turning the head around as the sign of a lovely father that wants to negates the fact that his daughter is giving herself completely to the man whom she decide to call "the man of her life".

La crónica de la energía

Un día cualquiera una energía se topa con su opuesta, por un accidentado acontecimiento de la vida... O al menos suena simpático llamarlo así.

La reacción que bate el corazón es la de huir, pero que resulta una tarea imposible, porque la atracción que se ejerce va más allá del entendimiento y mucho antes de la consciencia del sentimiento, ya se estaban mezclando como amantes en una noche serena, rodeada de estrellas y velas, que alimentan el deseo más que iluminar el área.

Es un encontrar extraño, se está donde no se debe estar, se ve lo que no se debe ver, se busca lo que no se debe buscar... Se entre mezclan en una danza de preguntas con respuestas vacías, de silencios acercados y de momentos incomodo.

Siempre allí seduciéndose sin tocarse, con la cercanía suficiente para producir el calor de una presencia, pero con la lejanía suficiente para que sus bordes no se encuentren. No suena ninguna música en el exterior, pero quien se asome puede ver que danzan al mismo ritmo... como si alguien les cantara una serenata al oído... trala la la laaa

Pero esa es solo la historia de las energías que fluyen mucho antes de que la materia comience a iniciar una acción. De la energía que al no tener las fronteras de la materia se mueve con la libertad del viento y reacciona al más sencillo estimulo. Que no necesita una marea de razones, solo basta con un sencillo impulso que le indique el cambio.

La masa permanece inmóvil sin gesticular palabras, esperando comprender el ritmo. Conteniendo la energía incontenible, cerrando los ojos para no ver. Por que a la final la masa sabe que aquello que la energía hace puede ser escondido, tergiversado, alterado... porque es sutil, fino y delicado.

En el silencio de la habitación, la masa permanece inmóvil como único testigo del danzar de la energía, cerrando los ojos como un padre incrédulo, que no quiere descubrir que su hija se entrega completamente al hombre que en ese momento llama "hombre de sus sueños".

Friday, June 5, 2009

Un mundo de colores

Una mañana cualquiera me desperté para descubrir que era de color. Luego de más de 20 años viviendo conmigo y viéndome al espejo por primera vez me vi y me pregunte de que color?
Pero la respuesta me vino inmediatamente a la cabeza por que conozco tantas cosas de ese mismo color.

Soy del color de la canela que da un sabor diferente a los postres, del color de las almendras cuyo aceite ayuda a conservar la piel tersa, del color de la tierra que permite a los árboles enraizarse para crecer tan alto como sus sueños los lleven, del color del café tostado que despierta cada mañana a miles de personas y que tiene un olor especialmente placentero, del color del chocolate que se derrite en la boca de tantos generando un placer inigualable al gusto, del color del Caribe y del África donde el sol se despunta cada día con una fuerza extraordinaria para llenar de luz la vida.

Y que interesante me resulta hacerme la pregunta, no por el significado de la misma, sino por el tiempo que me llevo hacerla, y no se trata de haberla evadido, simplemente nunca antes se me hubiese ocurrido preguntarme de que color somos.

Para mi siempre ha sido un mundo de muchos colores y matices donde la variedad ha sido la regla, he visto colores blanco como el mármol con el que se esculpen las más bellas esculturas, así como también colores negros como la noche que permite brillar con más intensidad a las estrellas.

Me resulta un poco triste y a la vez intrigante pensar en aquellos que jamas han visto los colores o los matices, aquellos que se despiertan cada mañana pensando que solo hay cisnes blancos, porque nunca han tenido la oportunidad de ver uno negro (Que si existen). Que se han perdido los colores de la guacamaya y creen que los pájaros no son multicolor.

Pero aún me resulta más triste evidenciar el intento fallido de clasificar las cosas por su color. Como si pudiéramos decir que la canela y la tierra tienen el mismo sabor. O que el helado de vainilla es igual al cal que recubre las paredes.

Hoy he abierto los ojos para entender que he vivido en un mundo de colores, donde los matices no hacen diferencia, porque son "el pan nuestro de cada día" y donde seguramente pocos han preguntado "eres naturalmente de ese color o te has bronceado?"

Vero.